Escrito en colaboración con Liza Cuéllar – Fundadora Wawagt
La educación desde infancia es fundamental, no solo para estimular el desarrollo cognitivo de los niños sino también para sentar las bases de los valores y la actitud que desarrollarán a lo largo de su vida. La educadora italiana María Montessori se dio cuenta de esto y creó un método educativo que empodera a los niños ya que no solo transmite conocimientos, sino que estimula su autonomía respetando su ritmo de desarrollo e intereses individuales. Hoy el método Montessori se aplica en muchas partes del mundo con excelentes resultados.
1. Estimulan habilidades sensoriales. Cada niño cuenta con etapas sensoriales en la que tiene que interactuar para poder aprender. Los materiales Montessori estimulan estas habilidades por medio de texturas, formas, colores, olores y sonidos para incentivar los sentidos y preparándolos para reconocer de manera más fácil el mundo que les rodea. Estos materiales son nuestros mejores aliados sobre todo en la etapa de cuarentena, para evitar que nuestros pequeños crezcan en una especie de “burbuja” que hemos creado al estar tanto tiempo dentro de casa.
2. Fomentan la imaginación: que no tengan baterías, ni sean eléctricos, junto con un diseño más simple hace que el niño tenga que ponerle vida y, por tanto, fomenta su creatividad e imaginación. Cuanto más simple más desarrolla de creatividad.
3. Son naturales, biodegradables y renovables: son ecológicos 100%, así que estaremos educando a nuestros hijos en el respeto por la naturaleza desde pequeñitos.
4. Los preparan para procedimientos más complicados: una gran ventaja de los materiales Montessori, es la capacidad en la que los niños pueden ser protagonistas de su propio aprendizaje, mediante la interacción y búsqueda de soluciones pueden visualizar, comparar y tomar decisiones dependiendo de la etapa de aprendizaje en la que se encuentren.
5. Los ayuda en su vida práctica: ¿Qué es vida práctica? En esta área se fomenta la filosofía de la Dra. María Montessori que dice: “Enséñame a hacerlo solo”. Por lo que, técnicamente en esta área se trabajan todas las actividades del día a día como el cuidado personal, de su ropa, la higiene, el cuidado de su entorno y del medio ambiente, a través de materiales fabricados con madera, lazos, entre otros adaptados a su tamaño, donde puede desarrollar sus capacidades motrices y mentales para su autonomía e independencia.
6. Enseña la gracia y la cortesía:
En esta área se trabajan dos fundamentos esenciales de la filosofía Montessori: La gracia y la cortesía, donde a través de la educación del movimiento se le brinda al niño la capacidad de moverse de manera libre a través del ambiente y respetando siempre el espacio donde debe jugar o trabajar. Es muy importante también enseñarles a nuestros hijos en casa a respetar y diferenciar el espacio de sus padres, sus hermanos, abuelos, etc.
Teniendo esto en mente, el niño aprende a ser ordenado con los materiales de manera adecuada y en su espacio de trabajo, incentivando su seguridad y respeto hacia las personas de su entorno.
En el futuro, un niño Montessori, será capaz de expresar sus ideas, intercambiar opiniones y respetarlas, así como también estará preparado para cooperar y no para competir.
¿Qué mejor momento para implementar este método en casa?